Grandes Ideas

Michael Michalko, especialista en creatividad, describe los atributos que caracterizan al estilo de pensamiento innovador y sintetiza las principales teorías acerca del origen de las ideas brillantes.
¿Cómo se les ocurren las ideas a los genios? ¿Qué tienen en común el estilo de pensamiento que creó la Mona Lisa y el que formuló la teoría de la relatividad? ¿Qué caracteriza las estrategias mentales de los Einstein, Edison, Da Vinci, Darwin, Picasso, Miguel Angel, Galileo, Freud y Mozart de la historia? ¿Qué podemos aprender de ellos?
Durante años, académicos e investigadores han intentado descifrar la naturaleza de la genialidad a través de las estadísticas, como si la infinidad de datos pudiera, de alguna manera, echar luz sobre este tema. En un estudio que data de 1904, Havelock Ellis señaló que la mayoría de los genios tuvo padres mayores de 30 años, madres menores de 25 y sufrió enfermedades durante su niñez. Otros investigadores indicaron que muchos genios fueron célibes (Descartes), huérfanos de padre (Dickens), o de madre (Darwin). Sin embargo, la única conclusión que emerge al avanzar por el terreno de las estadísticas es que los datos en sí mismos no dan respuesta a los interrogantes planteados al comienzo.
Paralelamente se intentaron medir los vínculos entre inteligencia y genialidad. Pero la primera no es condición suficiente para la segunda; de hecho, muchos físicos tienen coeficientes de inteligencia superiores al del estadounidense Richard Feynman, ganador del premio Nobel y considerado genio (su IQ es 122). Es que la genialidad no tiene que ver con dominar 14 idiomas a los siete años, ni con un IQ extraordinariamente alto, ni siquiera con ser sagaz. Tras un extenso debate iniciado por el reconocido psicólogo Joy P. Guilford en la década de 1960, se concluyó que creatividad no es lo mismo que inteligencia: algunos individuos son más creativos que inteligentes y otros son más inteligentes que creativos.

Fuente: © Intermanagers.com, 2002